domingo, 13 de enero de 2019

Un ratito en los Forqué.

     Llegué a los Forqué solo, helado y sin saber muy bien qué pintaba yo allí. Pero había logrado una acreditación de prensa y no podía desaprovechar la oportunidad de descubrir cómo funcionan unos premios cinematográficos desde el lado de los periodistas. Así que me arreglé un poquito y me fui con el móvil como única herramienta de trabajo a ver qué se cocía.

    Al llegar a la alfombra roja descubrí que, afortunadamente, no era el único que no se dedicaba al periodismo. Junto a los fotógrafos, cámaras y periodistas profesionales nos encontrábamos varios blogueros o miembros de asociaciones cinematográficas, así que me relajé, busqué un buen sitio y empecé a fotografiar a todas las estrellas que pasaban a mi lado mientras aprovechaba para hacer oreja a las entrevistas que les iban haciendo los periodistas. Así me enteré de que Fernando Tejero espera volver al cine con un proyecto que le interese mucho, descubrí lo encantador e imponente que resulta José Coronado en las distancias cortas (tanto que incluso se me pusieron los pelos de punta al tenerlo al lado, no sé por qué), me emocioné al ver que Carlos Saura sigue siendo el dios del cine español y me contagié de la alegría del equipo de "Carmen y Lola" al pasear por la alfombra. Pero si tuve una revelación fue, sin duda alguna, la de Eva Llorach. La deslumbrante coprotagonista de "Quién te cantará" fue con la única con la que hablé y aún estoy emocionado por su cercanía, simpatía y paciencia. Y digo lo de paciencia porque le pedí, por primera vez en la historia de Nosologoyas, un pequeño saludo para todos los seguidores de este blog. Y accedió encantada. El problema vino después, cuando al finalizar el video me di cuenta de que mi movil no lo había grabado. Los nervios y mi torpeza fueron los causantes de que ahora no tenga el saludo de Eva para los nosologoyescos. Pero os prometo que lo hizo, que fue precioso y que me estoy autoflagelando desde entonces...
Como era de esperar, Penélope fue la última en llegar (para eso es La Reina de España), y aunque supongo que será lo normal, aluciné con su hermetismo e inaccesibilidad: minutos antes de que llegase, su séquito informó de que no respondería a casi ningún periodista y de que solo haría tres paradas. Pasada la gala una amiga me dijo que eso es normal, que para eso es una estrella de Hollywood, y que no la criticase. Pero qué queréis que os diga, a mi me parece una falta de respeto a los periodistas y a los propios premios Forqué. Supongo que sus razones tendrá, digo yo...

     Respecto a la gala, que seguí desde la sala de prensa (mi acreditación no daba acceso a nada más), me pareció más o menos como todos los años: demasiado larga para tan pocos premios, con unos presentadores que, este año sí, combinaban a la perfección (no como el pasado año con Boris...) y con los premios principales para Antonio de la Torre, mi amada Eva Llorach, y mejor película para Campeones. Sí, Campeones es la mejor película española del año para los productores, supongo que premiando más su rendimiento en taquilla que su calidad. Pero como no tengo ni voz ni voto me resignaré a dar la enhorabuena a su equipo por todo lo conseguido.

     Finalizaban así mis primeros Forqué, no sin antes intentar entrar al cóctel posterior, al cual no me dejaron acceder debido a que mi acreditación no lo permitía. Estoy de acuerdo en que ni siquiera soy periodista ni me dedico al cine, pero me pareció un poco roñoso. Espero que a toda la caspa y cutrelux aragonés que si pudo acceder le sentasen bien los vinos y lo pasasen de maravilla, aunque posiblemente la mayoría no hubiesen visto casi ninguna de las películas nominadas. Yo seguiré soñando con dedicarme un día al cine y poder vivir una gala de cine español desde dentro, pero desde dentro de verdad, aunque sea trabajando. Otra vez será.

Eva Llorach, mi revelación particular de los 24 Forqué.

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