jueves, 9 de mayo de 2013

Los viernes, milagro.

Ver una película de 1957 ("Los jueves, milagro", Berlanga) y darte cuenta de que España no ha cambiado nada en estos casi sesenta años.
La España de ayer, cateta, subdesarrollada e ingenua, inmersa en una dictadura basada en la religión y la manipulación. La España de hoy, cateta, subdesarrollada e ingenua, inmersa en una dictadura con piel de democracia basada en la religión y la manipulación. ¿Qué ha cambiado? Hemos cambiado los carros por los coches, la tierra por el asfalto y los vagones de madera por el AVE. Pero nos siguen mintiendo como entonces, nos dejamos engañar por cuatro señoritos que nos prometen milagros semanales (en la película los jueves, ahora son los viernes), que se inventan historias diciéndonos que son la solución a nuestros males, cuando lo que en realidad consiguen es empeorar aún más las cosas. Estamos en la misma España donde nos venden agua milagrosa pero cuya única intención es sacarles los cuartos a los que menos tienen para el enriquecimiento personal de los que mandan. La España en la que millones de personas se dejaron engañar con fuegos de artificio y efectos especiales por el cateto mayor del pueblo. La España en la que los gobernantes nos piden que nos encomendemos a los santos para que solucionen nuestros problemas mientras sus cajas fuertes rebosan de billetes.
Ver a día de hoy "Los jueves, milagro" supone ver el retrato de la España actual. Quizás ese sea uno de los innumerables logros del maestro Berlanga...

Recemos a Pepe Isbert, que es lo único que nos queda.