martes, 23 de enero de 2018

Premios Feroz 2018

"Allá por el verano 1993 recibí la llamada de mi amiga Verónica prometiéndome que handía iríamos a una gala de premios de cine español. Nunca lo conseguimos, pero no perdimos la fe de etar una noche rodeada de las estrellas de nuestro cine.
Mi amiga vivió muchos años en un barco aunque ya se ha mudado a un castillo en tierra firme donde vive con su marido, sus muchos hijos y su mono.
Ayer me volvió a llamar para recordarme su promesa, y como se me da muy mal decir adiós me despedí prometiéndole hacerme muchos selfies con todos los feroces. No le puedo fallar."

Gracias a este comentario tan forzado y que después me acusaron de haber copiado gané un concurso cuyo premio era una invitación doble para los Premios Feroz 2018, esos galardones que muchos siguen sin conocer pero que por lo general suelen ser más justos y sensatos que sus hermanos mayores los Goya. Entregados por la Asociación de Informadores Cinematográficos de España y de la cual Nosologoyas aún no forma parte (tiempo al tiempo), llevan cinco años reconociendo el trabajo de los profesionales del cine y la televisión española. 

Este año fueron presentados por Julián López, que comenzó su intervención con un monólogo sarcástico, ácido y tan hiriente que llegó a enmudecer la sala en varias ocasiones donde no dejó títere con cabeza. Desde los blogueros a las productores, de los nominados presentes a nuestras "estrellas" ausentes ... Nadie se libró de los dardos del presentador, que aunque con pocas intervenciones solventó la papeleta de manera más que digna.
Respecto a los premios pocas sorpresas: éxito de las series de la televisión patrocinadora de la gala, Javier Gutiérrez haciendo doblete, "Verano 1993" espléndida triunfadora y los omnipresentes Javis conmoviendo a los presentes con su emotivo discurso de agradecimiento. 

Lo mejor de todo: que Nosologoyas consiguió estar presente en su primera entrega de premios tras muchos años intentándolo. Solo el hecho de ver de cerca a algunos de los profesionales de nuestro cine hizo merecer la pena el viaje a Madrid. Ver bailar a Anna Castillo en el pasillo de los lavabos, escuchar como una joven promesa de nuestro cine se burlaba de los llamaders con muy mala baba mientras me encontraba en el wc contiguo, compartir bar con Manolo Solo o ver de cerca a mi personaje favorito del año, Julita Salmerón, fueron algunas de las perlas de la noche. Solo nos faltó terminar la noche en casa de los Javis, pero todo llegará.