En una gala que se me hizo menos pesada de lo que esperaba a pesar de su insufrible presentador y director, salté cuando sonó el nombre de Roberto Álamo. Y el de Terele. Y aunque estaba cantado, también salté un poquito con Marían Álvarez y Fernando Franco.
Pero sin duda, para mi el protagonista de la noche no fue ni David Trueba, ni Wert, ni Bardem. Sino que fue un director afincado en Zaragoza, en una de esas categorías a las que Alex O´Dogherty le cantó intentando que los espectadores no aprovechasen para ir al baño mientras se entregaban... Gaizka Urresti se llevó el premio al mejor corto de ficción por "Abstenerse agencias". Una inyección de energía para todos aquellos que soñamos desde nuestro sofá zaragozano con estar algún día allí, encima del escenario recogiendo un Goya y agradeciéndoselo a todos nuestros amigos y familiares. Un ejemplo de que desde Zaragoza, esa cuarta ciudad española por número de habitantes pero que para muchos pasa desapercibida, se pueden hacer cosas muy bien hechas. Que se puede ser pequeño pero llegar a lo más alto que puede llegar un cortometrajista en nuestro país. Que ese hombrecillo con cara de simpático al que ves presentando los cursos del Centro de Tecnologías Avanzadas de Zaragoza ha llegado hasta donde tú llevas años soñando llegar. Así que mi más sincera enhorabuena a todo el equipo de "Abstenerse agencias".
Pero no solo Gaizka Urresti nombró a Aragón. Es que fue la gala más aragonesa que recuerdo. No olvidaremos ese "¡Viva Aragón!" del Goya de Honor Jaime de Armiñán durante su discurso de agradecimiento. O al coguionista de "Todas las mujeres" nombrando a Zaragoza al recoger su Goya...
Así que bravo por Zaragoza, cuna del cine español. Bravo por Goya, aragonés ilustre donde los haya. Y bravo por el cine español y su entrega de premios. Eso sí, por favor, pido a quien haya que pedir que no repita Manel Fuentes. Por el bien de toda la profesión.
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| Gaizka Urresti recibiendo su Goya al Mejor Cortometraje de Ficción. |
