martes, 3 de diciembre de 2019

Madre. (Rodrigo Sorogoyen, 2019).

Madre, el corto, es una obra a estudiar para cualquier director o productor. ¿Cómo es posible que se cuente tanto con tan poco? Supongo que la clave es un excelente guión apoyado en una magistral interpretación.

Madre, la película, nos cuenta qué sucede años más tarde, cómo esa madre intenta superar lo ocurrido. Pero tengo la sensación de que no era necesario alargar la historia. La película mata esa magia de los cortometrajes en la que el espectador se imagina el después, esa capacidad de construir un final al gusto, de conservar la esperanza en un final feliz o llevarte un disgusto por la tragedia posterior.

Aún así, y a pesar del doloroso doblaje al castellano (ya lo siento, no quedaban sesiones en VOSE), es una arriesgada película, excelentemente contada e interpretada y que me recuerda en algunos momentos a esa madre de La próxima piel (Isaki Lacuesta, 2016) que nunca pierde la esperanza, quizá por miedo a enfrentarse a la dura realidad.
Larga vida a la pareja de guionistas Peña-Sorogoyen.