lunes, 25 de enero de 2016

Las calamidades españolas de 2015



     Siempre resulta más fácil enumerar las virtudes de una película que los defectos, pero este 2015 hemos tenido algunas producciones que me han obligado por primera vez a realizar este ranking de atrocidades españolas del año. Algunas directamente he decidido obviarlas, pero de entre todas las vistas he seleccionado cinco que pasan directamente a mi lista negra del cine español. 
  
5. Regresión.
      Mala espina dan siempre las películas ultra promocionadas por Atresmedia o Mediaset y el último largo del niño mimado del cine español es un claro ejemplo de ello. Pasará a la historia como la primera película de Alejandro Amenábar que se queda fuera de la carrera de premios, y es que Regresión no tiene nada. Es un thriller de terror correctamente realizado, pero no logra nada más allá que algún susto de vez en cuando. Una americanada de un director que nunca me ha gustado, un telefilm más propio de las tardes de sábado que de la sección oficial de largometrajes de San Sebastián y con un desenlace (ojo, spoiler) primo hermano del de los Serrano.  

4. Mi gran noche.
Sin duda la peor película de Álex de la Iglesia y a la que ya le dediqué una entrada hace unas semanas. Porque  como ya dije, “Mi gran noche resulta un bodrio mal contado, mal montado y tan artificial como los especiales de Nochevieja con los que las televisiones nos castigan cada comienzo de año”.  En febrero comienza el rodaje de su nueva película, “El bar”, que espero se encuentre donde un director como éste se merece: entre lo mejor del 2016. 

3. Sexo fácil, películas tristes.
Todo sonaba muy bonito: comedia romántica protagonizada por tres de mis actores favoritos: Quim Gutiérrez, Marta Etura y Ernesto Alterio. Pero pasados diez minutos te das cuenta que lo que estás viendo ya lo has visto mil veces. Resulta previsible, perezosa, insufrible y absolutamente prescindible. 

2. Rey gitano.
Poco podía esperarse de una película protagonizada por Arturo Valls interpretando a un gitano. La versión trasnochada de “Airbag” resulta un despropósito, la obra de un director mediocre como Juanma Bajo Ulloa, una supuesta comedia insoportable y con un montaje que nos recuerda la famosa “cortinilla de estrellas” de Homer Simpson. Una de esas películas que te obliga a hacer algo que te has prometido no hacer nunca, sobre todo si tienes pensado escribir una crítica más tarde: quitarla antes de hora.


Arturo Valls parodiándose a sí mismo en "Rey gitano".
 1. Bendita calamidad.
Si en mi entrada anterior de mejores películas del año lo coronaba una película aragonesa también lo hace mi ranking de calamidades del año. Porque la película de Gaizka Urresti resultaría un disparate en todos los sentidos salvo en que no tiene ni pizca de gracia. Pero no quiero volver a hacer sangre con una película hecha en mi tierra, bastante me remueve la conciencia coronar este ranking con ella, así que concluiré deseando un próspero año de buen cine español donde no tengan que existir listas de lo peor del año.

martes, 12 de enero de 2016

Soporíferos Premios Forqué.



     Que la entrega de los Premios Forqué no se emitiese en directo en TVE no hacía presagiar nada bueno. Que la gala comience con un número musical de Edu Soto desafinando, siga con una actuación de Pablo López, un premio entregado por Lucrecia y una medalla de oro para Santiago Segura solo producen ganas de irse a la cama.
      Casi nada destacable en una gala soporífera con la actuación de nada menos que cuatro triunfitos; con un discurso de su presidente soso y repetitivo; fallos de sonido por doquier; una Soraya asfixiada; una campeona del mundo de bádminton (¿Desde cuándo el deporte es cultura?); un Álvaro de Luna desorientado haciéndose un Alfredo Landa (el momento más triste de la noche);  una comentarista diciendo mal el nombre de Luisa Gavasa (porque es Luisa, no María); bailarines sin camiseta y premios cantados de antemano.
      Tan solo salvaría de la quema la actuación de El Tricicle y el discurso de agradecimiento de Natalia de Molina al recoger su premio a la mejor actriz. Una gala para olvidar. Por cierto, Darín y Truman se llevaron los premios gordos. Hasta el año que viene si no tengo otra cosa mejor que hacer. Y TECHO Y COMIDA PARA TODOS. 

lunes, 11 de enero de 2016

Lo mejor del cine español de 2015



     Muy difícil realizar un ranking de las mejores películas españolas de un año que nos ha dejado algunas joyas que pasarán a la lista de perlas de nuestro cine. Pero he tenido que seleccionar once de esos largometrajes dejando a otros en el limbo, como por ejemplo “Felices 140”, “Hablar”, “A cambio de nada”, “B”, “Techo y comida” o “Murieron por encima de sus posibilidades”, películas con algunos aspectos destacables pero que desde mi punto de vista no llegan al notable.
Antes de comenzar con el ranking reconozco que aunque he intentado ver el mayor número de películas hay algunas que se me han escapado, bien por su corta vida en salas, porque ni siquiera se llegaron a estrenar en Zaragoza o porque todavía no se encuentran en las plataformas digitales, tales como “Un día perfecto para volar”, “A esmorga”, “La adopción”, “Los exiliados románticos”, “Isla bonita” o “El rey de La Habana”, por citar solo algunas que de haberlas visto estoy seguro que formarían parte de mis once favoritas. 

10. UN OTOÑO SIN BERLÍN
Lo dije en una entrada anterior y lo volveré a repetir hasta el agotamiento: 2015 ha sido el gran año de las óperas primas. No recuerdo temporada en la que tantos directores nóveles hiciesen películas tan destacables. “Un otoño sin Berlín” es uno de los tres debuts que ha conseguido colarse entre mis once del año por muchas razones: por una gran Irene Escolar en su primer papel protagonista, por tratar un tema real como la vuelta a casa de los jóvenes exiliados por culpa de la crisis, por algunas escenas tan simples como conmovedoras como todas en las que sale Ramón Barea y por realizar una película delicada y cercana donde el espectador tiene un papel protagonista como constructor de la historia de cada personaje.

9. REQUISITOS PARA SER UNA PERSONA NORMAL
Sin duda la ópera prima de Leticia Dolera ganaría el premio a la película más simpática, agradable y fácil de ver del año. Aunque le sobra un poco de azúcar en cada uno de sus fotogramas y diálogos, “Requisitos para ser una persona normal” es un gran homenaje a los diferentes y a los treintañeros perdidos en la vida entre los cuales me incluyo. Una película que posiblemente guste a todos en mayor o menor medida, y eso no siempre es fácil de conseguir en una primera película. 

8. MA MA
Vapuleada por la crítica, lo nuevo de Médem no sería nada sin el potencial de Penélope Cruz, poderosa en cada plano y demostrando que en España se está como en ningún sitio (cinematográficamente hablando). No será la mejor película del director vasco y es cierto que tiene ciertos aspectos demasiado postizos y dulcificados, pero entre la música de Alberto Iglesias, la siempre hipnótica fotografía y las fantásticas interpretaciones logran salvar a la cinta de un naufragio que la hubiese convertido en un telefilm de Antena 3.

7. NEGOCIADOR
 La mejor película de Borja Cobeaga trata un tema tan delicado como las conversaciones que el gobierno español mantuvo con ETA hace ya diez años para lograr una solución al conflicto vasco. Con un espléndido humor negro (la secuencia del restaurante con Secun de la Rosa es uno de los mejores ”gags” que he visto en mucho tiempo)  es de justicia destacar esta arriesgadísima película como una de las mejores del año porque demuestra que se puede hacer cine político desde todos los puntos de vista, por su extraordinario guión y por sus excelentes interpretaciones, destacando sobre todas la de Ramón Barea que demuestra una vez más por qué es uno de los más grandes actores de nuestro cine.  

6. TRUMAN
Si algo tiene “Truman” es a dos actores en estado de gracia, algo que seguro habréis leído multitud de veces, que ya tuvo su reconocimiento en el Festival de Cine de San Sebastián y que sin duda lo tendrá en los Goya del mes que viene. Pero además supone la cumbre en la carrera de su director, Cesc Gay, que construye una tragedia demasiado cotidiana de una forma magistral y sobre un guión potente, tierno y encantador. Una película imprescindible que aspira a todo en la carrera de premios que comienzan en esta noche con los Forqué. 

5. LOS HEROES DEL MAL
Ha sido la última película española que he visto antes de realizar esta entrada y se ha colado entre las cinco primeras posiciones. La que para mí es la mejor ópera prima del año y tiene las mejores interpretaciones revelación masculinas ha sido olvidada por los Goya de manera inexplicable. Que ni Jorge Clemente ni Emilio Palacios estén entre los nominados al premio revelación y sí lo esté Fernando Colomo es el gran sinsentido del año.
A medio camino entre “La naranja mecánica” (salvando las enormes distancias) y “Los niños salvajes”, la primera película de Zoe Berriatúa es una valiente historia sobre la adolescencia, la violencia y la venganza de tres jóvenes hartos del mundo en el que viven. Una película muy arriesgada que atrapa desde el primer momento a pesar de la dureza de algunas de sus secuencias. 

4. ANACLETO, AGENTE SECRETO
Hace un par de años llegó a los cines una supuesta comedia llamada “Tres bodas de más” en la que reconozco haberme dormido durante su proyección y cuya interpretación protagonista (Inma Cuesta) llegó a colarse inexplicablemente entre lo mejor del año según los académicos de cine. Jamás pensé que Javier Ruiz Caldera se colaría en un ranking entre lo mejor del año, pero tras tres primeras películas que rozaban el ridículo por fin ha dirigido un peliculón trepidante y extraordinariamente divertido, lleno de gags de humor negro, acción y efectos especiales que entretiene desde el primer minuto. No es la mejor película del año pero es la única con la que me he reído, y eso para alguien con la risa difícil como yo es digno de reconocimiento. 

3. UN DÍA PERFECTO
Fernando León ha hecho un peliculón, con mayúsculas. Consigue hacer una película bélica sin un solo disparo y centrándose en los problemas que la guerra causa entre población civil, los que menos culpa tienen pero los que siempre pagan las consecuencias. Aunque yo hubiese sido más feliz viendo un reparto español consigue tejer una historia muy bien contada y con toques de humor negro que relajan lo dramático de la situación. No es lo mejor de Fernando León pero mantiene su esencia de cine social tan necesario en estos tiempos. 

2. NADIE QUIERE LA NOCHE
Coixet se ha superado. A mi alrededor tengo a muchas personas que no la soportan y tengo que lidiar a diario con ellas, pero publicito su nueva película con el eslogan “Id a verla, no parece de Coixet”. Una de las películas más bellas del año, con una fotografía espectacular y una historia tan incomprensible como real, donde la directora se aleja de ese cine pesado y espeso al que nos tiene acostumbrados para regalarnos una película brillante tanto en sus interpretaciones como en cada uno de sus fotogramas. Como leí en una crítica en Cinemanía, “el frío polar le sienta muy bien a Juliette Binoche y a Isabel Coixet”. 

1. AMAMA - LA NOVIA
Este año tengo el corazón partido en dos. Por un lado corazón puramente vasco. Por otro lado corazón aragonés. Una historia del norte frente a una historia universal, una emocionante visión de la vida en Euskadi frente a la que probablemente sea la mejor película del cine aragonés. Tras recapacitar y ser consciente de que por motivos personales me sería imposible ser imparcial y otorgar mi número uno a una de las dos, otorgo la cima de mi podio tanto a “Amama” como a “La novia”.
La primera de ellas es la historia de cuatro generaciones de una familia del norte, donde la tradición se enfrenta a la vida actual frente a la mirada muda y escalofriante de la matriarca que observa como su familia se desmorona. La segunda es arte puro; la película que, según muchos críticos, el propio Lorca hubiese rodado, con toques de cine fantástico y musical y cautivadora desde el primer momento gracias a unas actrices sublimes y a una Luisa Gavasa que se sale de todos los parámetros.
Ambas comparten una fotografía impecable, una dirección artística insuperable y las dos son las grandes razones para estar muy orgullosos del cine español de 2015. Que el 2016 nos traiga películas como estas. 


Amparo Badiola y Luisa Gavasa, enormes en "Amama" y "La novia".