lunes, 26 de agosto de 2019

La virgen de agosto. (Jonás Trueba, 2019)


La tarde empezó mal. Esperando en la fila para entrar al cine me enteré, por casualidad, de que a la misma hora y en el mismo cine había un preestreno de "Quien a hierro mata", del que no me había enterado y al que solo se podía asistir con invitación. Y no solo eso... Es que encima estaba mi adorado Paco Plaza, ahí, a pocos metros...

Afortunadamente, el enfado me duró poco.
A los diez minutos de comenzar la película ya me había encandilado el maravilloso personaje de Itsaso Arana, una joven a punto de cumplir los 33 (como yo) que decide pasar los primeros días de agosto en Madrid. Un argumento que a primera vista no parece muy atractivo pero que te engancha desde el primer momento. Una película preciosa, brillante, encantadora. Una protagonista adorable con la que te dan ganas de irte de fiesta, de museos o de viaje a la otra punta del mundo. Rodeada de nuevos y viejos amigos pasa unos días envidiables en un Madrid desconocido para los foráneos pero que son la mejor campaña turística para los que ya conocemos el Madrid típico masificado e incómodo.



Dos horas que se hacen muy cortas. Dos horas de puro amor, de alegría, de vida.
A pesar de los numerosos fallos de raccord que hicieron que me subiese por las paredes, se ha convertido en mi película española del año. Quiero pasar unos días en Madrid con Eva.



Fotografía: Filmaffinity.
Nota Nosologoyas: 8/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario