martes, 21 de enero de 2014

Gente en sitios, que no es poco.



     La que para muchos es la película más relevante del año no tengo muy claro lo que ha sido para mí: si una hora y pico de sueño perdida, si un entretenido y atrevido experimento cinematográfico o la simple yuxtaposición de actores y actrices sin orden ni concierto para ver qué pasa…

      Tan absurda como novedosa, esta serie de cortos sin un aparente nexo de unión me ha dejado confundido. Tanto que de momento no me siento capaz ni de criticarla ni de subirla a los altares como han hecho los críticos. Tan solo animo a todos a que la veáis ya que es una película obligatoria que hay que ver sin dejarse influenciar por las críticas positivas ni negativas. Puede que os encante a los chanantes, a los amanecistas, a los cortometrajistas sin recursos o a los fans de David Lynch…

      Creo que es demasiado pronto y tengo que dejarla reposar.  Pero sobretodo no voy a vapulearla no vaya a ser que se convierta en la nueva “Amanece que no es poco” y luego me arrepienta… 

Parece la familia del director pidiéndole explicaciones por la película. Pero no, tan solo es un fotograma.

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