jueves, 21 de febrero de 2013

Objetivo logrado: todos hablan de cine español.

     Se preveía una Gala de los Premios Goya movidita. No lo fue tanto como se esperaba pero aún así hubo varias alusiones a la crisis, a los sobres, recortes y a la situación dramática que están viviendo muchos españoles. Además de la gran intervención de Candela Peña, otra actriz, Maribel Verdú, también aprovechó su momento de gloria en el escenario para recordar “a los que han perdido su futuro e incluso sus vidas por culpa de un sistema obsoleto que permite robar a los pobres para dárselo a los ricos”.
     No voy a ocupar este espacio en defender a una actriz que me parece absolutamente impecable en todas sus películas, quizás la mejor de nuestro cine, pero extremadamente sobreactuada en todas sus intervenciones públicas, con unos gestos, poses y sonrisas ensayadas a la perfección para intentar meterse en el bolsillo al periodista/locutor/director de turno. Es una estrella, lo sabe y se lo cree. Tampoco me parece tan malo...
Portada del panfleto político La Razón del 19 de febrero, dos días después de los Goya.
     Obviando la enorme repercusión que en aquel momento tuvieron estas declaraciones en la redes sociales, horas más tarde me levantába, como cada día, ansioso por ver la siempre jugosa y jocosa portada del panfeto político La Razón. Ya sabemos lo que le gusta a la derecha española la cultura, el cine, la música y todo lo que haga pensar a los ciudadanos. Pero esta vez nos regalaron una portada dedicada a los titiriteros de la ceja, a estas mentes maquiavélicas que están destruyendo el país. Por supuesto, el punto de vista era el del ataque, el de bucear en la vida personal de nuestra Verdú para ya de paso, atacar con sus uñas afiladas y envenenadas a todo el cine español. No entraré en juicios sobre la portada. Allá cada uno con lo que lee y con sus ideas políticas.
     Lo que de verdad me está doliendo es un texto que se está extendiendo por las redes sociales escrito por un tal "El Loren", en el que ataca de forma mísera a Maribel Verdú, desde su vida personal hasta sus actividades profesionales.
El texto ataque hacia Maribel Verdú, leído en Facebook.
    
     Y con esto si que no me puedo callar. Lo analizaré por puntos:
     1. Me importa muy poco con quien esté casada Maribel Verdú y cuantos teatros tenga su marido. Debe ser un enorme problema que dicho señor, seguramente con el sudor de su frente o con las décadas de trabajo de sus famosos padres haya conseguido tener siete teatros. Pues sí. Y ojalá que tenga más y que siga potenciando la cultura, que buena falta nos hace. Además, nadie dice que los haya conseguido de forma fraudulenta, ni robando, ni chantajeando a otros empresarios. ¿Dónde está el problema? ¿También me ataqueréis a mi si un día consigo tener siete productoras?
     2. Sí. Todos pagamos parte del cine español. Todos ponemos nuestro granito de arena para levantar una industria absolutamente necesaria, imprescindible en un país desarrollado. Pero de nuestros impuestos llega una milimésima parte de lo que llega a los bancos, a la Iglesia, a los partidos corruptos, a los yates de nuestros poderosos o a los bolsillos de nuestros ladrones. Con esa ridícula cantidad que llega en forma de subvención no llega ni para el catering de los actores principales (ya véis, son tan caraduras que necesitan comer todos los días...). El resto de la financiación llega de manos privadas, empresas, televisiones y un larguísimo etcétera que no voy a enumerar aquí porque esto no es una clase de producción audiovisual. ¿Qué queréis? ¿Dejar de aportar esta ridícula cantidad y que desaparezca el cine español? ¿Queréis alimentar vuestro cerebro tan solo con películas de efectos especiales y comedias románticas de Julia Roberts? Me cansa, me agota el tema de las subvenciones y la enorme ignorancia de los que tanto las critican.
     3. Sí. Hay que pagar por acceder a la cultura. Es lo que tiene. De ella viven miles de familias en todo el país. Quizás si las subvenciones fuesen más generosas no haría falta, tendríamos cine, teatro, conciertos y videotecas gratuitas. Pero desgraciadamente no es así. ¿De verdad veis injusto pagar por ver una película?
    4. Acabo de enterarme del anuncio de la hipoteca del Banco Santander. Ya me perdonaréis. En eso si que no hay defensa posible. Apoyar a uno de los causantes de la crisis y luego criticarlo no tiene sentido. Pero aún así, es trabajo. Aunque por principios quizás no debería haberlo hecho.
    5. Lo de que en Blancanieves se maten varios toros fue desmentido en su día. Sí, en la película lo parece, pero es lo que tiene la magia del cine... Que se matan animales y personas pero de mentira... La sangre es salsa de tomate eh... Y que conste que estoy totalmente en contra del maltrato animal y de la fiesta de los toros que, ojalá, desaparezcan más pronto que tarde.
    6. Sí, efectivamente, espectaculares los modelitos de las actrices en la alfombra roja. Miles y miles de euros en trajes y joyas... Creo que no hace falta recordar que los trajes y las joyas, la mayor parte de las veces, no pertenecen a la actriz, sino que son prestados por las diferentes marcas para sean lucidos, fotografiados... Y ante todo, publicitados. Es una entrega de premios de cine, pero también es el escaparate de moda más importante del año y al que mayor difusión tiene.
    7. Por último. A pesar de todo... Aunque todo fuese verdad y su marido tenga siete teatros. Y si el traje y las joyas fuesen suyas. ¿Acaso no tiene derecho, como una ciudadana más, a expresar su opinión libremente? ¿Acaso no tiene derecho a hacer una pequeña crítica a la dramática situación de muchas familias españolas? Quejarnos es lo único que nos queda. Y estos artistas representaron con sus palabras el malestar general de la mayor parte de la sociedad. ¿Qué pasa? ¿Que para quejarse hace falta estar durmiendo en un cajero automático y comer en el albergue? Desde aquí pido un poquito menos de demagogia y un poco más de cordura a la hora de criticar a un sector totalmente vapuleado por el actual gobierno.
Aunque, al fin y al cabo, se ha conseguido el objetivo final: que todos hablen de cine español. Y la taquilla de "Blancanieves" ha repuntado un 500% horas más tarde de los premios... Críticas con doble filo...

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