miércoles, 27 de abril de 2016

19 Festival de Málaga. Gernika.



     Volvemos al tema que tanto le ha gustado al cine español durante años: la Guerra Civil. Muchos pensarán al leer el título que es una película más sobre la contienda, donde los malos fascistas son muy malos y los republicanos son las víctimas, muy buenos e inocentes, tal y como suele ser común en la casi totalidad de las películas sobre el tema de las últimas décadas. Pero si algo se agradece de “Gernika”, presentada en el Festival de Cine de Málaga, es que aquí el tema político pasa un segundo plano para centrarse en la historia de la oficina de prensa republicana en el País Vasco.

     Protagonizada por una siempre comedida y limitada María Valverde, “Gernika” nos enseña que en una guerra fraticida todos los bandos tienen su punto oscuro, violento y radical. Que todos están dispuestos a matar a quien haga falta con tal de defender sus intereses y que nadie está a salvo de las balas y las bombas.
Por medio de unos costosos efectos especiales (no del todo bien realizados) y una carísima producción, Koldo Serra se arriesga a tratar un tema que nadie hasta el momento había tratado, como es el bombardeo, hace justo 79 años, de la población de Gernika, símbolo del terror de la Guerra Civil y considerado el primer bombardeo a la población civil de la Historia. Pero aunque tanto el tema como la forma de tratarlo sean interesantes, la película desborda aroma a superproducción pensada con el único afán de hacer una buena taquilla, introduciendo una historia de amor con beso bajo la lluvia incluido que la destruye por completo convirtiéndola en un producto más que ya hemos visto demasiadas veces.

     Aunque absolutamente americanizada, hay que valorar la valentía de su director en tratar un tema inédito en nuestro cine, con unos últimos veinte minutos aterradores que explican perfectamente por qué Gernika se ha convertido en un icono antibélico internacional. 


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