XVIII Premios Forqué.

     Porque no solo de Goyas vive el cine español. También de los Premios Forqué, que se entregaron el pasado martes 22 en una gala tan corta como aburrida, en la que hubo más canciones que galardones y cuyo presentador Álex O´Dogherty volvió a demostrar que lo suyo no son las entregas de premios.

     Y lo más destacado de la gala fue que no hubo nada destacado. Ninguna sorpresa y acierto de pleno en casi todas las quinielas. “Las aventuras de Tadeo Jones” consiguió el premio a Mejor Largometraje de animación; a José Sacristán se le reconoció (por fin) su impecable trabajo en “Madrid 1987”, la última película de David Trueba; y Maribel Verdú nos volvió a deleitar con ese repertorio de muecas y gestos hiperforzados mientras “disfruta” de las actuaciones a los que nos tiene acostumbrados en las entregas de premios, a la vez que se llevaba el reconocimiento por su trabajo en “Blancanieves”, cinta que también logró el premio a la Mejor Película. 

José Sacristán recibió el Premio Forqué al Mejor Actor por su papel en "Madrid 1987"

      De lo poco valioso que se pudo sacar de esta gala fue sin duda el discurso de la Medalla de Oro de EGEDA a Gerardo Herrero, en el que destacó lo complicado que resulta ser productor en un país como España y recordó que “un país sin cine es un país incompleto”.

     Intentado obviar (y olvidar) el atropellado y torpe discurso de Enrique Cerezo (por favor, que alguien le enseñe a hablar en público, por su bien y por el de la Humanidad), se desaprovechó la oportunidad de poner en su sitio como se merece al Ministro de Educación (¿?), Cultura (¿?) y DEPORTE, José Ignacio Wert, reduciendo las protestas a simples indirectas poco envenenadas.
Los Premios Forqué supusieron un pequeño espejo de lo que sucederá el próximo 17 de febrero en la Gala de los Premios Goya, donde muy probablemente veremos subir al escenario a los mismos profesionales que lo han hecho en esta ocasión.